Tempus Fugit

“Me dijeron que no soñara más y cuando desperté el mundo era sueño”



La verdad, no se que esperaba de estas vacaciones.
Es curioso, como uno fantasea en como serán las cosas que espera.
Toda nuestra vida esperamos cosas y pensamos en lo bueno que será,
(En el caso de que uno sea optimista claro).
Y luego resulta que cuando las alcanzamos, sentimos una enorme decepción al ver que no es lo que uno esperaba de ello.
Los niños con los regalos de navidad, el trabajo, el amor, los momentos únicos en la vida, las vacaciones…


El otro día, ley unas frases de esas, que se encuentran pintadas por las calles menos transitadas.
Una decía: “La base del optimismo es el puro terror”;
Y la otra: “¿quien controla mis/tus sueños?”.
Vienen al pelo para recalcar esto.


No me extraña que siempre, en todas las corrientes de pensamiento se insista en la necesidad de no esperar nada. De no hacer planes y vivir el momento.Como me dice siempre un amigo, lo importante es el desapego, el no apegarse a nada ni presente ni pasado ni futuro.
Y es que todo pasa.
Lo único,que tenemos seguros en nuestra vida,es que esta terminara un día.


Siempre tenemos la convicción que si tuviéramos más tiempo, haríamos todas esas cosas que siempre quisimos hacer pero que no pudimos.
Claro que esto no es más que un autoengaño, por mucho tiempo del que dispongamos, acabaremos haciendo lo de siempre.
Y si no es el trabajo el que ocupa nuestro tiempo como siempre, nos sentimos perdidos, confusos y acabamos por no hacer nada, que es lo mas fácil.
Somos esclavos de la rutina.
Pero no hay que perder la esperanza. A veces los sueños se cumplen y las cosas que deseamos son incluso mejores de lo que esperamos.
La historia esta llena de soñadores que quisieron volar, ir mas halla o simplemente de gente que recibió una sorpresa.
Tal vez, mis próximas vacaciones sean como esperaba o quizás me sorprenda a mi mismo y no espere que sean nada más que días con un nombre diferente.