12 diciembre 2005

Me gustan los lobos



Me gustan los lobos.
De hecho, creo que soy un lobo.
En verdad creo que todos éramos lobos.
"homo hominis, lupus" decía Hobbes el filosofo.
“El hombre es un lobo para el hombre”
Según él, la sociedad estaba creada para protegernos de nosotros mismos
y del caos que surgiría en la ley de la selva consiguiente, en una lucha continúa entre nosotros.
Menuda chorrada amigo mío, como si esta sociedad no fuera un todos contra todos igualmente.
Eso si, muy amable y políticamente correcta, pero una guerra al fin y al cabo.
El hombre es un lobo que nace en el seno de la manada familiar, hasta que comienza a hacerse adulto y se busca congeneres de su misma edad para explorar el mundo y aprender a cazar. Llega a una edad en la que se siente lo suficientemente fuerte e inteligente como para ir solos por el mundo y empezar a buscar una pareja con la que formar su propia manada familiar. Y cuando la encuentra se busca una lobera propia y procrea y se transforma en el líder de la manada y su forma de vivir cambia. Domina con dientes y garras a ultranza su posición ante sus hijos y sus rivales y ya no es el lobo que era cuando viajaba en la dirección del viento con sus compañeros de manada y aullaba a la luna llena.
Vamos, esto os sonara a todos y no de Rodríguez de la Fuente (o sí) y es que no es mas que la misma sociedad del típico mamífero cazador. Lo demás son solo adornos barrocos e ideas ego centristas.

Los lobos siempre han dado miedo a la humanidad, es un miedo atávico dicen.
La verdad es que hasta que no tuvimos la suficiente conciencia para ver cuanto nos parecíamos; no hicimos verdaderos esfuerzos para acabar con ellos.
Al principio corríamos delante de ellos porque se nos comían.
Cuando fuimos mas listos que ellos y creamos una sociedad a su imagen y semejanza, los domesticamos llamandoles perros, fue peor. Entonces ya no había razón para temerlos, pero allí, los miramos y nos devolvieron con su mirada la verdad de lo que éramos, simples depredadores.
No nos gusto, que nos recordaran, que a pesar de toda nuestra fachada no somos más que un animal que vive de otros. Y corrimos tras ellos para exterminarlos para acabar con todo eso que simbolizaban para nosotros, el diablo, el vampiro, el monstruo, el róbaniños, el que acecha a caperucita roja, todos nuestros tabus y lo mas viciado de nuestra sociedad humana.

Ahora en pleno siglo XXI seguimos teniéndoles miedo. Aunque ahora lo que nos enseñan, es que nos quieren convertir en ovejas.
Dicen que el cazador, si se habitúa a cazar solo un tipo de presa, acaba adoptando las costumbres y hábitos de su presa.
Eso en nuestro caso es cierto. Nos quieren convertir en ovejas, para todos los lobos que aun sienten las fuerzas ancestrales de cazar en nuestra sociedad.
Yo desde luego no quiero ser la oveja entupida que se deja cazar por un congenere lobo.
Yo aun corro solo por los montes y me siento bajo los árboles y olisqueo el aire en busca de una loba (aunque solo suelo encontrar zorras). Aun aulló a la luna y me niego a vivir en un corral según las reglas de una manada que cada vez es menos la mía.




P.D: Cuando estaba pensando y escribiendo estas lineas Perez Reverte escribio algo parecido (2 meses antes de salir publicado) leerlo aqui