Paz y Amor a todos

Ya estamos de nuevo, en las fechas que mas me deprimen en el año.
Hablo de las navidades si. Los días, en que todo el mundo se supone, ha de estar de buen rollo e interesarse por personas que hace eones que no ve.
Esa época en la que celebramos que nace un niño que morirá en semana santa.
Unas fiestas que suponen que despedimos un año y hacemos planes para el siguiente, diciendo eso de “año nuevo; vida nueva”; unos planes que nunca se cumplen y un año mas que hemos perdido. Eso si, bien aderezados con suficiente alcohol, como para derretir los polos. Como mandan los cánones y al que nadie le extraña ni dice nada que abuses, porque hasta el papa te da su bendición.
En resumen un tiempo de paz y amor. Dos cosas en las que ya no creo.
Las compararía con papa Noel y los reyes magos.
Todos sabemos la verdad; no existen, pero nos hacemos los ingenuos y los cándidos,para seguirle el rollo a los niños.
Que decepción cuando creces, el darte cuenta, que hay un complot entre los mayores para hacerte creer en algo que no existe y que te han tomado por idiota todos esos años.
Y luego encima, entras en ese juego y te unes a la mayor mentira colectiva de la humanidad.
Pero mayor es sin duda alguna, ya más crecidito, que esa paz y amor que se suponían que eran el motor del mundo y la culminación del buen rollito, no existen.
Son solo una fachada, una hipocresía y una idea bonita; como dibujar a la justicia ciega,
a cupido de igual manera (cuanta mentira ciega hay por el mundo) o vestir a un abuelo lapon de rojo con trineos voladores y a 3 reyes de oriente que eran magos.

La paz no existe, estamos en guerra constante contra todo, hasta con uno mismo.
Es competir, ganar o morir en el intento. Luchamos contra los bancos con sus legiones de hipotecas, contra las enfermedades, contra el trabajo diario, contra la rutina, contra los miedos de uno mismo, contra la estupidez humana y la misma razón de llamarnos humanos.

Y el amor, que decir del amor, ¿existió alguna vez? O es otra quimera. Un engaño de nuestra mente para hacernos seguir existiendo.
Se que algo hay, es cierto, pero es algo tan personal que hay tantos amores como gente hay en el mundo. Me refiero al amor verdadero, ese que supera barreras, que llena cientos de paginas y paginas de libros, es el tema millones de canciones y poemas.
Supongo que es un anacronismo hoy día y que no se imparte en la escuela, el talento de sentir algo tan fuerte por otro ser humano en los tiempos que corren, es casi una discapacidad. Solo los locos y los raros podemos hoy sentir algo parecido.


¿Alguna vez has estado enamorado? ¿Horrible no? Te hace tan vulnerable... Abre tu pecho, tu corazón, y deja que alguien entre dentro tuyo y te confunda. Levantas todas tus defensas, construyes una barrera para que nada pueda herirte, entonces esa persona, que no se diferencia de ninguna otra, irrumpe en tu vida. Le das una parte de tí. Ella no lo ha pedido. Ella solo ha hecho algo, como besarte o sonreírte, y entonces tu vida, no es tuya nunca más. El amor toma rehenes. Se mete dentro de tí. Se te va comiendo y te deja llorando en la oscuridad. Una frase tan simple como: "deberíamos ser solo amigos" se transforma en una lluvia de cristales rotos dirigidos a tu corazón. Duele. No solo en tu imaginación, ni en tu mente. Es tu alma herida, tan real como si se metiera dentro de tí y te estallara desde lo mas profundo haciéndote daño. Odio sentirme así, odio el amor.

     Neil Gaiman